"Padre celestial, en este nuevo día que nos regalas, quiero elevar mi corazón hacia Ti con profunda gratitud. Te agradezco por esta vida, por la salud, por las oportunidades que me brindas y por el amor incondicional que me rodea. En este día, me comprometo a deleitarme en Tu presencia, a encontrar mi gozo en Ti y en Tu obra. Sé que cuando pongo mi confianza en Ti, todas las cosas son posibles. Ayúdame a cultivar una fe inquebrantable, una fe que me permita superar cualquier obstáculo y alcanzar las metas que Tú has establecido para mi vida. Sé que Tú conoces mis anhelos más profundos y las peticiones de mi corazón. Te pido que me guíes en el camino correcto, que me otorgues sabiduría para tomar las mejores decisiones y que me llenes de Tu Espíritu Santo para que pueda vivir una vida plena y significativa. Creo firmemente que la fe no hace que las cosas sean fáciles, pero hace que todo sea posible. Confiando en Tu poder transformador, te presento mis súplicas y te doy gracias por responderlas a Tu tiempo perfecto. Amén."