SEÑOR, hoy te pido que me rodees de personas que me inspiren y motiven a ser mejor. La compañía que elijo es fundamental para mi crecimiento espiritual y personal, y deseo rodearme de aquellos que reflejan tu amor y tu luz. Que cada relación que forme sea un reflejo de tu bondad y que juntos podamos crecer en fe y amor.
Te agradezco por las personas que ya están en mi vida y por las que aún están por venir. Que cada encuentro sea una oportunidad para aprender y compartir, y que podamos apoyarnos mutuamente en nuestro caminar contigo. Estoy dispuesto a ser un buen amigo y un apoyo para los demás, y confío en que, a través de nuestras interacciones, podamos glorificar tu nombre.