AMADO DIOS, hoy te pido que me rodees de tu paz. En medio de las tormentas de la vida, quiero encontrar refugio en tu amor y confianza en tus promesas. A veces, las preocupaciones y el estrés pueden abrumarme, y es en esos momentos que más necesito tu presencia. Te pido que me ayudes a recordar que, aunque las circunstancias sean difíciles, tú siempre estás conmigo, guiándome y protegiéndome.
Te agradezco por ser mi ancla en tiempos de incertidumbre. Que mi fe en ti sea más grande que mis miedos, y que pueda enfrentar cada día con la certeza de que tú tienes el control. Quiero ser un portador de tu paz para aquellos que me rodean, y que, a través de mi vida, otros puedan experimentar tu amor y tu tranquilidad. Estoy listo para recibir tus bendiciones y para ser un testimonio de tu paz. Amén.