DIOS, en este día te pido que me llenes de alegría y esperanza. A veces, las preocupaciones y las dificultades pueden nublar mi visión y hacer que pierda de vista las bendiciones que me rodean. Ayúdame a encontrar la alegría en las pequeñas cosas y a recordar que cada día es una nueva oportunidad para experimentar tu amor. Que mi corazón esté siempre dispuesto a celebrar la vida y a compartir esa alegría con los demás.
Te agradezco por las promesas que has hecho y por la esperanza que encuentro en ti. Que mi fe se fortalezca en cada situación y que pueda ser un testimonio de tu bondad. Quiero ser un portador de esperanza para aquellos que se sienten desanimados, y que, a través de mí, otros puedan ver tu luz. Estoy listo para recibir tus bendiciones y para ser un testimonio de tu alegría. Amén.