SEÑOR, en este día te pido que me llenes de tu amor y compasión. Quiero ser un reflejo de tu bondad en el mundo, y para ello necesito tu ayuda. Ayúdame a ver a los demás con tus ojos, a comprender sus luchas y a ofrecerles apoyo y aliento. Que mis palabras sean siempre de aliento y mis acciones, un testimonio de tu amor incondicional.
Te pido que me des la sensibilidad para escuchar a quienes me rodean y la sabiduría para ofrecerles lo que realmente necesitan. Que pueda ser un instrumento de tu paz y alegría, y que, a través de mí, otros puedan experimentar tu amor. Estoy dispuesto a ser tu mano extendida en este mundo, y confío en que, con tu guía, puedo hacer una diferencia en la vida de los demás.